Cómo

El aprendizaje ocurre desde la confianza, en mí mismo/a y en las y los demás, junto a los y las bidelagun, en espacios y atmósferas emocionantes, estéticas, armónicas, ordenadas y relacionales, donde los tiempos son flexibles y posibilitamos estructuras de equipo, cooperativas, basadas en las relaciones de confianza y en el grupo base.

Y todo ello donde los materiales y las tecnologías estimulan nuestra curiosidad, motor de la exploración y acción que posibilitan el desarrollo cognitivo, es decir, la inteligencia.

Qué

Nuestra forma de ser y pensar, nuestro Proyecto Educativo y nuestro conocimiento, nos hacen plantear de forma permanente los qué.

Si conocemos qué deben aprender, sabremos qué enseñarles.

Contenidos y conocimientos que fomenten sus funciones y capacidades personales, teniendo en cuenta sus inteligencias múltiples; mediante técnicas de pensamiento, trabajando la gestión de las emociones y diseñando un multilingüismo desde la perspectiva de la neurociencia.

Para qué

Para que el alumnado adquiera las competencias definidas en el Marco Educativo Europeo, fomentando el conocimiento, es decir, el saber.

Para aplicar ese “saber” en contextos y situaciones reales, esto es, en la vida. Desarrollando, asimismo, el “saber hacer” y el “ser”. Para planificar objetivos generales y metas de los y las alumnas, secuenciándolos paso a paso y por niveles, y reflejándolos en los objetivos didácticos, diferenciando los objetivos de aprendizaje de los objetivos de enseñanza.

Orientación

Evaluamos el progreso de aprendizaje de las y los alumnos, para tomar las acciones necesarias que faciliten su buena evolución.

Para ello se hace indispensable conocer en profundidad al niño/a, desarrollando una evaluación no calificativa, por medio de la recogida de datos y a través de la observación y la evidencia. Después, compartimos esa evolución de su proceso de aprendizaje con las familias, mediante entrevistas e informes de fin de curso.